El cáncer, primera causa de muerte en Europa después de las enfermedades cardiovasculares, es responsable de aproximadamente uno de cada cinco fallecimientos.
La radioterapia, que utiliza haces de radiación ionizante para destruir las células cancerosas, es una de nuestras defensas más importantes contra el cáncer y se utiliza para tratar a cerca de la mitad de los pacientes en Europa.
La radioterapia guiada por resonancia magnética (RM) es un tratamiento contra el cáncer de reciente creación que se está estudiando en centros oncológicos de todo el mundo. Al combinar la capacidad de obtención de imágenes de los tejidos blandos de la resonancia magnética (RM) y la radioterapia de alta energía, esta tecnología ofrece la posibilidad de acelerar el diagnóstico y el tratamiento. La obtención de imágenes en tiempo real de la anatomía del paciente durante las sesiones de radioterapia permite a los médicos localizar con precisión las células cancerosas.
Se han desarrollado nuevos patrones y métodos de medición, adaptados a la radioterapia guiada por RM, para que los físicos médicos puedan desarrollar planes de tratamientos seguros y precisos. Este marco metrológico apoya la aplicación clínica de la radioterapia guiada por RM, acelerando el despliegue de este tratamiento de vanguardia. (Proyecto EMPIR Metrology for MR guided radiotherapy (15HLT08, MRgRT).
La agricultura es responsable del 94% de todas las emisiones de amoníaco, el 75% de las cuales proceden de la ganadería intensiva, lo que contribuye a amplios problemas ambientales.
La Directiva sobre techos nacionales de emisión de la UE, de 2018, establece objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de amoníaco y exige a los estados miembros a monitorear los niveles de amoníaco en el medio ambiente y demuestren a través de informes de inventario la disminución de la contaminación por amoníaco. Las redes de monitorización utilizan principalmente muestreadores pasivos para atrapar el amoníaco del aire para su posterior análisis en laboratorio. Estos se complementan en un pequeño número de lugares con mediciones activas de amoníaco para calibrar la red y garantizar su calidad. Para evaluar su eficacia y hacer un seguimiento de las reducciones con respecto a los objetivos, se necesitan instrumentos con mayor precisión de medición. [Publicaciones Web EURAMET].
La propagación mundial de la infección por COVID-19 durante los últimos años, que ha provocado la muerte de millones de personas, ha afectado drásticamente a la salud, la economía y el bienestar a escala global. Al mismo tiempo, el estado actual de la pandemia, caracterizado por cambios rápidos e impredecibles debidos a la aparición de nuevas variantes del virus más infecciosas, ha demostrado de la manera más enfática la importancia de desarrollar herramientas de diagnóstico fiables para la prevención y monitorización oportunas de la propagación de la infección por el virus SARS-CoV-2. Para ello, el rápido desarrollo de la microfluídica, junto con los avances en la tecnología de los sistemas microelectromecánicos (MEMS) y la nanotecnología, ofrecen la base tecnológica para la producción de una serie de dispositivos portátiles, miniaturizados y de bajo coste para el denominado diagnóstico en el punto de atención (POC) (también conocido como análisis in situ, cerca del paciente, a pie de cama) de diversas enfermedades infecciosas.
Las partes interesadas de la industria, el mundo académico y la administración han reconocido la necesidad de disponer de patrones de metrología aceptadas en todo el mundo para los dispositivos microfluídicos y, como resultado, se creó un grupo de trabajo de la Organización Internacional de Normalización (ISO/TC48/WG3) para abordar este requisito básico. [Publicaciones Web EURAMET].
El dióxido de nitrógeno (NO2) es un contaminante que se libera durante la combustión de combustibles fósiles y se considera uno de los más perjudiciales para la salud humana, ya que provoca daños en el sistema respiratorio y enfermedades cardiovasculares. Los vehículos diésel son una de las mayores fuentes antropogénicas de NO2 en el aire, ya que emiten unas 20 veces más que los equivalentes de gasolina. A medida que ha aumentado el uso de vehículos diésel, especialmente automóviles, también lo ha hecho la exposición humana al NO2.
Para el seguimiento de los contaminantes del medio ambiente (NOx, SOx, CO, CO2, % de Ozono, etc.) se necesitan datos precisos y fiables, tanto para la gestión de las medidas adoptar, como para la emisión e implementación de regulaciones y políticas efectivas. Es necesario que los datos ambientales medidos sean robustos y consistentes en todas las redes de seguimientos, tanto nacionales como europeos.
Para ayudar a combatir esta situación, se han desarrollado dos guías que tratan de la creación de normas sobre NO2 y de cómo aplicarlas sobre el terreno en las estaciones de vigilancia atmosférica. [Publicaciones Web EURAMET].
Nuestra vida diaria, dentro de una sociedad altamente tecnológica, digitalizada y conectada, no sería una realidad si no dispusiésemos de una sincronización del tiempo a escala mundial.
Así, por ejemplo, se necesita disponer de una sincronización de los relojes de los satélites, para que los usuarios puedan tener una geolocalización precisa. Un error de 1 nanosegundo supone un error de posición de 30 cm. Este dato nos indica la necesidad de mejora que se requiere para poder llegar a los vehículos autónomos sin conductor, por ejemplo.
En el sector financiero, se necesita disponer de un tiempo certificado (stamped time) inmediato y sincronizado, para evitar errores involuntarios en la ejecución de las órdenes. Errores de sincronización de 15 milisegundos pueden suponer pérdidas/ganancias de 28 millones de dólares.